2 de febrero de 2017

Vestidos de grandes diseñadores...Ailanto (7)

Este precioso vestido de novia de Ailanto pertenece a la colección primavera-verano 2014, presentada en la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid en septiembre de 2013. La propuesta fue inspirada por el trabajo del artista plástico y diseñador de jardines Roberto Burle Marx (1909-1994).
 
El resultado es una colección de aspecto dulce, realizada básicamente en colores pastel y con influencias de la moda de las décadas de los 40, 50 y 70. Enmarcado dentro de esos tonos y esa ingenuidad, y fiel representante de la línea de vestidos de novia de Ailanto, nuestro vestido protagonista presenta una espalda de corte bajo y una líneas rectas y depuradas que terminan en una sutil cola.
 
El vestido de novia que luce Nancy, y que reproduce con mucha fidelidad del original de pasarela, es una sola pieza, un diseño aparentemente sencillo, largo hasta los pies y sin corte en la cintura. SE trata de un modelo de traje que comenzó a aparecer a finales del siglo XIX, ya que hasta entonces todos los vestidos estaban cortados en la cintura. El cuerpo tiene un escote palabra de honor en el delantero, que queda cubierto por un tul con escote a la caja rematado con un bies. Las sisas, sin mangas, están adornadas por una tira de blonda cortada en forma semicircular con un final recto en la parte inferior. El delantero se entalla mediante pinzas, que se abren en pliegues sobre la cadena para crear un precioso vuelo acampanado a la falda, que llega a cubrir los pies. Es un estilo de vestido que recuerda en cierto modo a las novias de Balenciaga que finales de la década de los 50 y principios de los 60, especialmente al traje que diseñó para la reina Fabiola de Bélgica.
 
En la espalda continua el juego de las sisas y de los escotes del delantero. La blonda que remata la sisa en recto esconde un costadillo francés que entalla el cuerpo y genera un profundo escote cuadrado, terminado un poco por encima de la cintura y cubierto también por un tul rematado con un bies. Desde unas pinzas, que marcan la cintura por detrás, la falda se abre en evasé para reposar suavemente sobre el suelo, en una leve insinuación de cola.
 
Este modelo de novia es de color blanco, como ya resulta tradicional desde principios del siglo XX. Sin embargo, anteriormente, los vestidos de novia podían ser de cualquier color. Aunque el blanco para el vestido de novia no se popularizó hasta la década de 1930, en poco tiempo acabó convirtiéndose en la única posibilidad en la cultura occidental y así continuó durante décadas. Más tarde se introdujeron algunos otros colores, aunque siempre neutros y muy claros. Actualmente las coas han cambiado y se utilizan también bastantes los matrices pastel, como el rosa, el lila o el celeste. Algunos diseñadores más arriesgados, como Vera Wang, han introducido franjas en negro, e incluso Yves Saint Laurent se ha atrevido con un total look en rojo.