9 de enero de 2017

Vestidos de grandes diseñadores...Juanjo Oliva (5)

Precioso vestido perteneciente a la colección de temporada primavera-verano de 2016, presentada en la pasarela de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid en septiembre de 2015. Caracterizada por diseños femeninos y atemporales, sencillos y muy ponibles.

El verde esmeralda del vestido se enmarca en la elección de los colores de toda la colección, en su mayor parte formada por modelos monocrommos de tonos brillantes. Los frunces y el plisado del vestido, que recuerdan al estilo de las túnicas de la Antigüedad clásica, descubren y ocultan el cuerpo femenino transmitiendo una elegante sensualidad.

Este vestido está confeccionado en crêpe de Chine, que permite una caída perfecta y nos marcados frunces y drapeados cortados al bies. Es una tela muy fina pero con peso, en seda, muy adecuada para que los vuelos se adhieran al cuerpo y se muevan fluidos y etéreos al andar, algo que el vestido de Nancy reproduce con mucha fidelidad.

El cuerpo del vestido deja casi al descubierto el tronco, enmarcado por dos tirantes que lo recorren en sus vertical, desde la cintura al hombro, y que sujetan un top cruzado en forma de X, drapeado, sobre los senos. En la espalda se repite este juego, pero subiendo el cruce de tejidos casi hasta los hombros, por lo que la parte baja queda descubierta. Se trata de une stilo muy sensual, que cubre y muestra a la vez, y que puede llegar a recordar a algunas prendas de baño de la década de los 90 y a diseñadores especialmente fetichistas como Thierry Mugler o Jean Paul Gaultier.

Una cinturilla ancha marca y ciñe la cintura, a modo de fajín. Ésta permite, además, sujetar los pliegues del vuelo de la falda para dejarla caer después de manera amplia hasta cubrir los pies, como lo hacían también los vestidos-túnica que popularizó la modista  frances Madeleine Vionnet en la década de los años 30, inspirada por el clasicismo de la Grecia antigua.